La comunicación es algo que está presente de forma constante y continúa en nuestras vidas; nos rodea y nos afecta mucho más de lo que pensamos. Comunicarse viene a ser expresar nuestras ideas, sentimientos, opiniones, deseos, juicios, etc. Por lo tanto, la comunicación es una columna importante en donde se apoya la convivencia y la relación entre las personas.
Sin embargo, la comunicación no es necesariamente perfecta. Al igual que en todo, existen fallos, obstáculos, barreras que impiden que la comunicación se eficaz y perfecta. Es decir, la comunicación no es siempre un proceso fluido y evidente. Y la falta fluidez, en el caso de la comunicación, se generan debido las barreras de la comunicación.
En este artículo podremos aprender qué son las barreras de la comunicación, cómo detectarlas y cómo luchar contra ellas.
PRIMERO QUE NADA, ¿QUÉ ES LA COMUNICACIÓN?
Para poder conocer los obstáculos que existe en la comunicación, primero hay que tener claro ciertos aspectos básico de la comunicación. ¿Qué es lo primero que se nos puede venir a la cabeza cuando pensamos en “comunicación?” Normalmente pensamos en dos o más personas hablando entre ellas, teniendo una conversación, utilizando las palabras, ya sea de forma oral o de forma escrita.
Sin embargo, la comunicación va más allá de utilizar las palabras. La comunicación no es solo verbal y escrita, sino también no verbal. Nos comunicamos a través de los gestos, las miradas, el movimiento, las onomatopeyas, etc. Siendo un poco técnicos, la comunicación tiene como objetivo vincular, establecer “puentes” entre dos o más personas, con el fin de transmitir y recibir un mensaje concreto. La comunicación puede tener diferentes canales, ya sea el aire en la comunicación oral, o ya sea el chat de WhatsApp en la comunicación escrita.
AHORA SÍ, ¿QUÉ SON LAS BARRERAS DE LA COMUNICACIÓN?
¿La comunicación siempre consigue su objetivo? ¿Siempre se emite y/o se recibe el mensaje tal como se desea? La respuesta es sencilla: no, la comunicación no siempre cumple su objetivo. No siempre se logra establecer los vínculos esperados en la comunicación, y no es porque haya una “falta de comunicación”. En todo el proceso de la comunicación, indistintamente del canal que se esté usando, pueden aparecer una serie de situaciones, interferencias y/o obstáculos. Estas barreras interfieren y afectan directamente en la comunicación, y el mensaje que se quiere enviar o recibir puede llegar a ser muy diferente.
Las barreras de la comunicación, por lo tanto, interrumpen en la claridad, en el significado y en el entendimiento del mensaje. Estas barreras pueden darse en el canal, en los participantes del proceso comunicativo (el emisor o el receptor), en el código (el lenguaje) o el contexto u entorno donde se esté dando el proceso. Por lo tanto, es importante tener en cuenta que existen diferentes tipos de barreras comunicativas.
¿CUÁNTAS BARREAS COMUNICATIVAS HAY?
Debido a la complejidad y los diferentes aspectos que influyen en el proceso comunicativo, existen diferentes tipos de barreras comunicativas: las físicas, las fisiológicas, semánticas, psicológicas y administrativas.
BARRERAS FÍSICAS
Las barreras físicas de la comunicación son, posiblemente, los obstáculos más obvios y evidentes. Se tratan de las dificultades generadas por el entorno, el contexto o el medio, que provoco que la el proceso comunicativo no sea fluido y eficaz. Son barreras que están fuera del control de las personas implicadas.
Algunos ejemplos de estas barreras son: la falta o exceso de luz, de ruido, la distancia en la que se encuentra las personas, o el estado de los medios con lo que se comunican (móvil, ordenador, etc.).
BARRERAS FISIOLÓGICAS
A diferencia que las barreras físicas, las barreras fisiológicas son obstáculos originados desde las propias personas que intentan comunicarse. Es decir, el estado físico, de salud, en la que cual se encuentran tanto el emisor como el receptor. La alteración fisiológica de alguno, o de ambos, podría distorsionar el mensaje.
Esta alteración en el estado físico puede ser puntual, como estar ebrio, tener sueño o estar resfriado. Sin embargo, la alteración también puede ser prolongada o permanente, como pueden ser enfermedades crónicas, o discapacidades físicas como la sordera o la ceguera. El no adaptar la comunicación a estas circunstancias, puntuales, prolongadas o permanentes, podría ser un gran problema.
BARRERAS SEMÁNTICAS
Las barreras semánticas se refieren al código que se está usando para transmitir y/o recibir el mensaje. Es decir, y más sencillo, el significado de las palabras: el no entender una palabra, una frase, o el discurso en genera.
Esta carencia de entendimiento puede darse por algo tan simple por no hablar la misma lengua, o que el receptor y el emisor no tengan el mismo conocimiento de esta lengua. También se puede dar por el cómo se usan las palabras, el tono utilizado o incluso los gestos empleados.
BARRERAS PSICOLÓGICAS
De igual forma que el estado físico, de salud, de las personas pueden influir en el proceso comunicativo, el estado psicológico, la salud mental que se tenga, también es importante de tener en cuenta. La situación psicológica concreta del emisor y el receptor intervienen en la claridad y facilidad del mensaje, y estas situaciones pueden ser puntuales, como los estados de ánimo, o pueden ser situaciones más prolongadas, como la salud mental.
Sin embargo, no solo la situación personal de cada uno, sino también la visión y/o opinión que se tenga de la otra persona. Es decir, el nivel de simpatía o rechazo que se siente por aquella persona con la que se está comunicando, hará que el mensaje se de y/o se recibe de forma distorsionada.
BARRERAS ADMINISTRATIVAS
Estas barreras son, posiblemente, las más difíciles de reconocer, además de que su nombre (eso de “administrativas”) no ayuda mucho a entender de qué tratan. Estos obstáculos son aquellos relacionados con la forma en la que se administra la comunicación. Es decir, la planificación de todo el proceso comunicativo, desde el momento en que el emisor piensa en transmitir “x” mensaje, hasta que es recibido por el receptor.
Por lo tanto, cuando se habla de administrar la comunicación, se alude a cómo se organiza la información, y como se administra la cantidad y calidad de esta información. Por ejemplo: sobrecarga de información, pérdida de información, medios usados (ordenador, móvil), etc.
EFECTOS DE LAS BARRERAS COMUNICATIVAS Y CÓMO DETECTARLAS
Aunque ya se ha mencionado en varias ocasiones, nunca está de más dejar en claro cuáles son las consecuencias de las barreras comunicativas: la imposibilidad de lograr un entendimiento, un puente, entre el emisor y el receptor en el proceso comunicativo. Esta distorsión del mensaje conlleva a malos entendidos, contradicciones y conflictos. Por lo tanto, es importante tenerlos en cuenta, e intentar, bajo lo posible, evitar estas barreras.
No es fácil poder detectar estas barreras, ya que, como se ha visto, muchas de estas no son muy evidentes. Además de que el proceso comunicativo es dinámico, continúo, y a veces no se tiene el suficiente tiempo como para pensar y reflexionar sobre si hay o no hay barreras comunicativas.
Algunos aspectos que se pueden tener en cuenta para detectar estas barreras se basan en prestar mucha más atención cuando se está en el proceso, y fijarse en cosas como la frecuencia de los silencios, las frases inconclusas, el tono de voz, los gestos (lenguaje no verbal), etc.
¿ES POSIBLE SUPERAR ESTAS BARRERAS?
Sí, claro que es posible superar estas barreras comunicativas. Tal como se ha dicho, es importante, como primer paso, intentar ser más consciente, prestar más atención a todo el proceso comunicativo. Existen diversas estrategias que ayudan a evitar estas barreras, basadas en una comunicación afectiva. Este tipo de comunicación se fundamenta en la empatía, y en el ejercicio de que los participantes del proceso comunicativo se sientan y hagan sentir al otro entendido y escuchado.
A continuación, nueve estrategias para superar las barreras de la comunicación:
- Evitar comunicarse con prisa, con el tiempo suficiente para que el mensaje sea transmitido y recibido de forma óptica.
- Escucha activa. Es importante prestar la atención debida, escuchar activamente.
- El lenguaje tiene que ser acorde entre ambas partes. No es lo mismo comunicarse con una persona mayor, que un niño, o con una persona que está aprendiendo tu idioma.
- Controlar, dentro de lo posible, las emociones. O, por lo menos, ser conscientes de lo que estas pueden genera. Las emociones no tienen que desaparecer, pero hay que intentar que no entorpezcan la comunicación.
- Comprobar que el mensaje que se está enviando ha sido el correcto. Y en el caso del receptor, preguntar de forma directa si hay alguna duda o confusión.
- El lenguaje verbal y no verbal tiene que coincidir. Es decir, no podemos decirle a alguien lo orgulloso que estamos de él, mientras no le miramos y tenemos una expresión de enfado. No concuerda.
- No asumir que la otra persona conoce o coincide con códigos más sutiles, como el sarcasmo, las indirectas, o los dobles sentidos.
- Expresarse con la mayor claridad, evitando expresiones inadecuadas.
- Empatizar con el interlocutor, y evitar que los prejuicios afecten y guíen el proceso comunicativo.
fuentes
https://www.redalyc.org/pdf/709/70920402.pdf
https://psicologiaymente.com/social/barreras-de-comunicacion
https://www.redalyc.org/pdf/823/82340306.pdf
https://www.uv.mx/personal/rdegasperin/files/2011/07/Antologia.Comunicacion-Unidad3.pdf