Estrés postraumático

El Trastorno por Estrés Postraumático (TPET) se caracteriza por una reacción de estrés muy intensa como consecuencia de una vivencia muy traumática o que ha puesto en peligro la propia integridad o la de otras personas. Son ejemplos habituales los accidentes de tráfico, los incendios o inundaciones, las violaciones o las agresiones físicas con mucha violencia, los atracos, u otros.

El síntoma principal es la reexperimentación persistente de la vivencia del acontecimiento traumático, en forma de recuerdos involuntarios o en sueños repetitivos, de sensación de ocurrencia del acontecimiento vivido, o del malestar intenso cuando alguien recuerda al paciente lo que ha sucedido. Los otros síntomas habituales son la evitación de todo pensamiento o situación relacionada con la vivencia traumática, el embotamiento y distanciamiento emocional y el aumento de la actividad fisiológica, como estar irritable, asustado, hipervigilante o con problemas para dormir con normalidad.

A pesar que se considera que es normal responder intensamente a una vivencia vivida de forma traumática, no todo el mundo acaba desarrollando un TEPT. Por este motivo es importante que toda persona que ha vivido un acontecimiento traumático realice una evaluación psicológica adecuada que determine la presencia o no de un TEPT, antes de que el trastorno se cronifique y genere otros trastornos como estados de ansiedad, consumo de tóxicos o depresión.